PECULIARES TRADICIONES EN EL PAÍS DEL SOL NACIENTE

El día de cualquier cosa
• El calendario japonés está repleto de celebraciones variopintas, como las dedicadas a Barbie, a Godzilla y a los insectos.
• Muchas se aprovechan para campañas comerciales.



El calendario japonés está repleto de celebraciones panteístas como el Día de la Fresa, el Día de las Orejas, el de los Zapatos y algunos más peculiares como el Día de los Malos Olores, aprovechado por los fabricantes de desodorantes, aromatizadores y enjuagues bucales para promover sus productos.
Aunque Japón adoptó el calendario occidental en el siglo XIX, sigue fiel a sus eras imperiales y hoy los súbditos del emperador Akihito celebran sus cumpleaños con una contabilidad paralela. Los niños nacidos en el 2010 llegan al mundo en el año 22 de la era Heisei, iniciada en 1989 cuando falleció Hirohito, el padre del actual monarca.
Naturaleza deificada
El año japonés tiene los mismos 365 días, pero estos no dan abasto para la interminable lista de objetos a los que se rinde homenaje en este país cuya principal religión, el sintoísmo, deifica la naturaleza en general y sacraliza conceptos como la fertilidad o el culto a los antepasados. En Japón tienen su día especial agujas, lápices, cámaras fotográficas, tartas de diferentes tamaños, la muñeca Barbie o monstruos imaginarios nativos que comparten a menudo festejo con venerables fiestas patrias.
Así, cada 3 de noviembre se conmemora el Día de la Cultura, pero también se rinde homenaje a los artículos de papelería, a los discos, al pañuelo, al sándwich, al manga (tebeo) y a uno de los más reconocidos iconos de la cultura popular: el dinosaurio mutante Godzilla. Y una de las fechas más ocupadas del año es el 5 de mayo, cuando además del melón, las algas o al lenguaje de signos, se homenajea a los niños, la bicicleta, el lego y el fútbol sala.
Aunque las religiones mayoritarias son el sintoísmo y el budismo, los japoneses recurren a otros credos para importar conmemoraciones, siempre que brinden un pretexto para una buena campaña de ventas. La Navidad es hoy una masiva celebración nacional de casi tres meses que empieza en octubre y acaba el 25 de diciembre, fecha en la que es habitual que las parejas de enamorados no cristianos pasen una noche romántica en un hotel mientras el resto de la familia come la Christmas cake, una tarta de nata y fresas.
Los días dulces de Japón empiezan el 5 de enero con el Día de la Fresa. El chocolate tiene su día el 14 de febrero, cuando Japón se vuelve cristiana de nuevo para San Valentín, ocasión en la que las oficinistas regalan a sus colegas varones el giri-choco (chocolate honorífico). El 28 de febrero es el Día de la Galletas y el 14 es el White Day, cuando los hombres homenajeados en San Valentín devuelven el regalo con chocolate blanco.
Sant Jordi y los libreros
Ninguno de los días dedicados a un objeto o producto es festivo si no coincide con los 15 días de fiestas oficiales de Japón. Por otra parte, muchas de las celebraciones son recientes y dependen de la presión de los gremios industriales, como el Día de la Cerveza que acompaña cada 23 de abril al día de Sant Jordi adoptado por los libreros japoneses en 1995.
Otros homenajes inusuales son el Día de Cortarse las Uñas, el 7 de enero; el del Karaoke, el 19, y el de la Nariz, que patrocinan cada 7 de agosto los otorrinolaringólogos y que no hay que confundir con el Día de los Olores, el 1 de febrero.
Las celebraciones no estan libres de debate, pues el hecho de que el 8 de marzo se conmemore el Día de las Esposas y el 10 de abril el Día de la Mujer Casada es señalado como una injusticia por muchos maridos japoneses, molestos al parecer porque no haya espacio para ellos en un nutrido calendario que felicita a los gatos, el 22 de febrero, y a los insectos cada 4 de junio.
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