mara y cuyá dijo...
Excelente toda la selección Groucho. No puedo elegir ninguna frase como la mejor.
Eduardo Galeano, en su libro de microrrelatos, Espejos, da muchas razones más, además de tratar otros temas. Te lo recomiendo, creo que te gustará.
9 de abril de 2009 22:52
Y COMO ME FIO DE ELLA, BUSQUE...BUSQUE Y ESTO FUE LO QUE ENCONTRE:
Indios Onas-Tierra de Fuego (Foto de internet)
“La autoridad”, Eduardo Galeano. (Micro-relato)
En épocas remotas, las mujeres se sentaban en la proa de la canoa y los hombres en la popa. Eran las mujeres quienes cazaban y pescaban. Ellas salían de las aldeas y volvían cuando podían o querían. Los hombres montaban las chozas, preparaban la comida, mantenían encendidas las fogatas contra el frío, cuidaban a los hijos y curtían las pieles de abrigo. Así era la vida entre los indios onas y los yaganes, en la Tierra del Fuego, hasta que un día los hombres mataron a todas las mujeres y se pusieron las máscaras que las mujeres habían inventado para darles terror. Solamente las niñas recién nacidas se salvaron del exterminio. Mientras ellas crecían, los asesinos les decían y les repetían que servir a los hombres era su destino. Ellas lo creyeron. También lo creyeron sus hijas y las hijas de sus hijas.
Eduardo Galeano
En épocas remotas, las mujeres se sentaban en la proa de la canoa y los hombres en la popa. Eran las mujeres quienes cazaban y pescaban. Ellas salían de las aldeas y volvían cuando podían o querían. Los hombres montaban las chozas, preparaban la comida, mantenían encendidas las fogatas contra el frío, cuidaban a los hijos y curtían las pieles de abrigo. Así era la vida entre los indios onas y los yaganes, en la Tierra del Fuego, hasta que un día los hombres mataron a todas las mujeres y se pusieron las máscaras que las mujeres habían inventado para darles terror. Solamente las niñas recién nacidas se salvaron del exterminio. Mientras ellas crecían, los asesinos les decían y les repetían que servir a los hombres era su destino. Ellas lo creyeron. También lo creyeron sus hijas y las hijas de sus hijas.
Eduardo Galeano
GRACIAS MARA CUYA http://ceibodelparana.blogspot.com/
28 comentarios:
Y qué digo yo ahora, ¿que aún no me he leído el libro, teniéndolo? Me matáis...
Me escapo.
Pues... meparece una visión bastante simplista, pero bueno.
Feliz Pascua de Resurección
Lo simple evoca tanto, y si empiezas a tirar del hilo, te lías: ¡cuidado! ;-)
Pelin machistas los asesinos..........
Lo triste de esa historia es que todavía existen indios onas y yaganes en pleno siglo XXI, que nos dicen que solo servimos para traer hijos al mundo, servirlos a ellos y somos de su propiedad.
El día que esos hombres desaparezcan estaremos en igualdad de condiciones
besotes
...O demasiado ultrafeminista la versión y tontas las niñas...
Jerusalem, y ¿no seremos nosotras las que no debemos considerarnos así? Por decir, que digan misa...
Estoy con jerusalem, todavía existen honbres así, las cosas no acaban de cambiar, a pesar de esforzarnos al máximo por cambiarlas, a pesar de no considerarnos así. Un abeazo!!
Hombres así... y mujeres asá; sí, siempre existirán, jamás se logrará que todo el mundo piense igual, para bien y para mal, claro; por eso la clave está en la educación. Al final es lo que hacen en el microrelato: educar a las niñas; la cuestión es la forma...
Educar a las niñas y a los niños....
Es muy dificil, cuando en el entorno familiar hay difeencias de sexos que un niño o una niña piensen igual.
Las cosas no cambian y a la vista está la cantidad de mujeres que mueren por que hay un hombre que las consideran de su propiedad, porque hay mujeres que retiran las denuncias cuando su maltratador les suplica que no lo hará nunca más, porque existe un entorno que no nos comprometemos al 100 por 100 por esas mujeres, porque si se marchan no saben donde ir, porque no hay ayudas para esas mujeres, y suma y sigue los por qués.
Todavía seguimos haciendo el indio... somos indios europeos.
La educación no consiste en que piensen igual sino en que se formen como personas, y cuanto más completas mejor, tanto los niños como las niñas, sin distinción pero cada uno a su manera, cada individuo como persona independientemente de su sexo.
Sí que cambian las cosas: yo tengo una carrera, un trabajo, una independencia económica, una libertad sexual, de opinión, de voto, de capacidad económica y de muchos tipos que mi tatarabuela no habría ni soñado y ya no digamos las niñas del cuento. Va muy lento todo, es cierto, pero claro que cambian. La lentitud viene precisamente por esa pertinaz e inevitable resistencia al cambio...
En ese sentido, yo soy optimista. Los niños harán lo que vean en casa, la educación en la familia es fundamental. Las generaciones futuras provienen de familias en las que las mujeres, con mayor o menor esfuerzo, han conseguido salir de casa, y realizarse como personas, o al menos intentarlo, y no sólo como mujeres.
Mi caso: no sé planchar, lo hago fatal, pero en realidad es porque no he querido aprender y soy voluntariamente torpe con la aspiradora . Lo tiene que hacer mi marido, en realidad asume más las tareas del hogar que yo. Pero tengo a veces remordimientos por no ser mejor ama de casa. Espero que mis hijas no tengan ni siquiera ese remordimiento, porque los educaremos a todos, niños y niñas, para que sean lo que quieran ser, sin miedo a los indios.
Un abrazo.
Yo también buscaré para encontrarlo. Me gustan los relatos cortos.
Buena elección la tuya.
Groucho....mira qué me encuentro aquí, mientras estaba yo remoloneando en la cama.
Bueno, yo creo que tal vez deberíamos alejar un poquito el debate de hombre-mujer, aunque es muy válido e interesantes opiniones se han vertido aquí.
A mí me gusta extenderlo un poquito más a partir del título La Auroridad. Cuando el poder se ejerce de manera tan intolerante, tan despótica, genera rebelión que conduce a un cambio, no necesariamente de forma tan violenta e inmediata como en este relato.
Y esto podemos aplicarlo a la dominación económica, cultural, de género o cualquier tipo de opresión. O lleva al exterminio o a un cambio. Ojalá el cambio no sea de un extremo al otro y alguna vez la humanidad encuentre un sistema que nos contemple a todos. ¿Es demasiada ilusión?
Al fin los onas fueron exterminados, no entre hombres y mujeres, sino por los cazadores de indios...es terrible la historia del exterminio ona. En general de todos los pueblos originarios de América.
Gracias por la confianza Groucho.
Un abrazo
Fauve, personas son piensen o nó igual... El problema está en que son muchas las mujeres que por el afán de igualdad están adoptando el roll de hombre y se están equivocando.
Yo no me conformo con ser como un tio, no me interesa... Yo quiero ser mujer con todos los derechos que puedan tener los hombres. ¡Ahí está la cuestión! No nos tenemos que desenfocar en lo que queremos para parecer.
Mara y Cuyá, los cambios de poder por despota e intolerante, siempre se ha derramado mucha sangre... Solo te tienes que pasear por la historia para verlo.
El cambio está en la educación de las nuevas generaciones, poco a poco, tacita a tacita (Como decia el anuncio) de otra manera estamos abocados a que cualquier cazador no extermine
NO PRETENDIA CREAR POLEMICA... PERO ME GUSTA. SOLO QUERIA QUE CONOCIERAIS A Eduardo Galeano Y SU OBRA QUE A MI ME RECOMENDO MARA Y CUYÁ.
PERO PODEMOS SEGUIR....
BESOS A TOD@S.
Y así se crea una sociedad, unas costumbres y lo que se le llama bagaje cultural...
Mira tú qué simple es todo a veces: todo se consigue con unos cuantos asesinatos.
Beso!
Algunas mujeres siguen creyéndoselo, Groucho, por desgracia, o se lo hacen creer a la fuerza de leyes, represión o simplemente "terror doméstico".
En la zona rural del Tibet, son las mujeres las que cazan y construyen las casas. Toman a un esposo y si éste tiene hermanos, pasan a ser sus maridos, legalmente, y éstos la cuidan y la respetan asumiendo el papel que a cada cual le corresponde en el hogar.Ello, porque las mujeres son menos que los hombres y así perpetúan la familia.
Curioso y chocante para los occidentales, pero muy cierto.
Un abrazo.
Y así se escribió y se escribe la historia. ¿Cuando comprenderemos que estamos en el mismo barco y lo normal es remar juntos y no pegarnos con el remo? Besos Groucho
Como fábula sobre el autoritarismo me parece excelente. No he leído a Galeano pero esto me anima mucho.
Hombre sobre mujeres, mujeres sobre hombres, adultos sobre niños, negros sobre indios, blancos sobre amarillos, sanos sobre enfermos, ricos sobre pobres, pobres sobre parias......me da igual. No parece que aprendamos mucho.
Estoy de acuerdo contigo JERUSALEM, por eso verás que dije que el cambio no debe ser necesariamente violento. Lo que sí quise hacer notar es que la opresión es violenta y que siempre genera rebelión.
Todas mis fichas están puestas en la educación.
Creo que Fauve y tú dicen lo mismo. Somos diferentes, tampoco yo quiero ser igual a un hombre, pero sí respetada en mi diferencia y como persona. Es un tema que me apasiona.
PON. Ya que te animas, te diré que me resulta difícil decir cuál es el mejor libro de Galeano; pero si tengo que recomendarte, Las Venas Abiertas de América Latina y Patas Arriba, la escuela del mundo al revés.
GROUCHO, gracias por el espacio.
MARA, ESTAS EN TU CASA.
pues la cosa no ha cambiado mucho
Por cierto el gato es muy guapo.
+bss
Pues con permiso del dueño del castillo, muchas gracias Mara y Cuyá por la recomendación, que seguiré.
Y besos.
PON, CASITA RESULTONA NADA MAS, EL CASTILLO LO TENGO EN LA SIERRA.
Y SI SIGUE LA RECOMENDACIÓN DE MARA.
Pues que usté disfrute sus posesiones, Don Groucho, jejejeje.
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