Amanece en Los Escullos, Cabo de Gata - Foto de Grouchomaniaco
Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla. Viajaron al sur. Ella, la mar, estaba mas allá de los altos médanos, esperando. Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas dunas de arena, después de mucho caminar, la mar estallo ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la mar, y tanto su fulgor que el niño quedo mudo de hermosura. Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió a su padre; - ¡Ayúdame a mirar!
"El libro de los abrazos" de Eduardo Galeano
5 comentarios:
El mar es el complemento para algunas vidas. Para mi. Lo añoro y necesito e incluso pensar en él es sentirme mejor.
Es preciosa la petición "Enséñame a mirar" y además, pedirla al padre. Esa mirada le acompañará en su madurez.
¿Estás de vacaciones de nuevo en Cabo de Gata?, recuerdo que una vez al año te dejas "caer" por allí? creo recordar por las entradas en tu blog.
un beso
No estoy de vacaciones, estoy trabajando aqui en Barcelona.
Hace años que no voy a Cabo de Gata pero me gustaria volver... no se cuando, es un lugar donde me gustaria vivir, sin prisas y sin apreturas.
Groucho los años me pasan volando, yo recuerdo unas fotos tuyas de hace años que hablabas del Cabo de Gata y mira, he asociado a que ibas una vez al año.....
Me gustaria... pero no.
ver el mar es una experiencia maravillosa
nosotros, en Buenos Aires, no tenemos costa de mar, si de un río (el más ancho del mundo) marrón
pero cuando tenemos la suerte de viajar a alguna playa, es como una bendición.
No sólo ver las olas como se van formando, las gaviotas, los médanos de arena sino también el sonido de las olas rompiéndose.
Así que me imagino el extasis de este niño que cuenta el gran Galeano.
un beso
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