La luna y la rosa
Miguel de Unamuno
En el silencio estrellado
la Luna daba a la rosa
y el aroma de la noche
le henchía —sedienta boca—
el paladar del espíritu,
que adurmiendo su congoja
se abría al cielo nocturno
de Dios y su Madre toda...
Toda cabellos tranquilos,
la Luna, tranquila y sola,
acariciaba a la Tierra
con sus cabellos de rosa
silvestre, blanca, escondida...
La Tierra, desde sus rocas,
exhalaba sus entrañas
fundidas de amor, su aroma...
Entre las zarzas, su nido,
era otra luna la rosa,
toda cabellos cuajados
en la cuna, su corola;
las cabelleras mejidas
de la Luna y de la rosa
y en el crisol de la noche
fundidas en una sola...
En el silencio estrellado
la Luna daba a la rosa
mientras la rosa se daba
a la Luna, quieta y sola.
4 comentarios:
WINNIE, NORMA, NO SE QUE PASA PERO ALGO NO FUNCIONA BIEN HE RECUPERADO VUESTROS COMENTARIOS...
GRACIAS.
Winnie0 dijo...
Combinar la luna y la rosa es combinar dos perfecciones...Besos
10 de julio de 2010 17:03
NORMA SANTOS dijo...
Unamuno...que sensibilidad amigo.
10 de julio de 2010 21:44
"En el silencio estrellado
la Luna daba a la rosa
mientras la rosa se daba
a la Luna, quieta y sola"
dos soledades que se acompañan en la noche.
preciosa
Preciosa. Gracias.
Por cierto, sólo yo tengo problemas para ver algunas de tus entradas?
Un Saludo.
Y gracias de nuevo.
Preciosa imagen Groucho.
Saber captar un instante tiene su magia.
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