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EDITORIAL DEL PERIODICO DE CATALUNYA - 9 DE JULIO DEL 2.010
El test de la huelga no despeja las dudas
Miércoles, 9 de junio del 2010
El 8-J ha pasado. Todo el mundo coincidía en que se trataba de un ensayo, un test para ver cómo estaba la correlación de fuerzas, para tomar la temperatura laboral tras las medidas de recorte del gasto que están adoptando los gobiernos, tanto el central, contra el que se había convocado el paro, como el autonómico, que ha quedado en un segundo plano.
Más allá de la guerra de cifras en cuanto a seguimiento del paro y participación en las manifestaciones de protesta, parece claro que hay una primera conclusión: aquella tentación inicial de bautizar esta convocatoria como una huelga general de funcionarios era errónea, además de pretenciosa. Solo ha sido de empleados públicos y ha contado con una participación discreta, o sea, ha reflejado el malestar lógico de quienes han sufrido en sus carnes los primeros rigores de los recortes, aunque la ciudadanía haya podido tener una percepción mayor. Si medios de comunicación públicos, como TV-3 y Catalunya Ràdio, cuyos empleados, por cierto, conservan el sueldo y las condiciones laborales de siempre, no se hubieran sumado a la huelga, es muy probable que hubiese tenido bastante menos trascendencia.
Por tanto, una primera lectura de la jornada permite pensar que los ciudadanos están quejosos por la situación y por cómo les afecta, pero no parecen muy partidarios de salir a la calle o de perder un día de sueldo por hacer huelga. Solo los trabajadores griegos, víctimas de unas medidas drásticas y sin duda injustas por antisociales, han sido convocados a una huelga general. No ha ocurrido en ningún otro país europeo. Veremos en las próximas fechas si los sindicatos de Alemania, donde se anuncia un ajuste sin parangón, echan a sus afiliados a las calles. También podremos comprobarlo en Reino Unido, donde el nuevo primer ministro prepara un paquete de recortes de gran calado.
¿Qué van a hacer los sindicatos españoles? La encuesta de ayer no es muy favorable a pisar el acelerador. Quizá por eso el Gobierno fue tan cauto y tiró de guante blanco para valorar el desarrollo de la convocatoria. Las cosas están como antes del paro, pendientes de hasta dónde quiera llegar José Luis Rodríguez Zapatero con la reforma laboral.
El 8-J ha pasado. Todo el mundo coincidía en que se trataba de un ensayo, un test para ver cómo estaba la correlación de fuerzas, para tomar la temperatura laboral tras las medidas de recorte del gasto que están adoptando los gobiernos, tanto el central, contra el que se había convocado el paro, como el autonómico, que ha quedado en un segundo plano.
Más allá de la guerra de cifras en cuanto a seguimiento del paro y participación en las manifestaciones de protesta, parece claro que hay una primera conclusión: aquella tentación inicial de bautizar esta convocatoria como una huelga general de funcionarios era errónea, además de pretenciosa. Solo ha sido de empleados públicos y ha contado con una participación discreta, o sea, ha reflejado el malestar lógico de quienes han sufrido en sus carnes los primeros rigores de los recortes, aunque la ciudadanía haya podido tener una percepción mayor. Si medios de comunicación públicos, como TV-3 y Catalunya Ràdio, cuyos empleados, por cierto, conservan el sueldo y las condiciones laborales de siempre, no se hubieran sumado a la huelga, es muy probable que hubiese tenido bastante menos trascendencia.
Por tanto, una primera lectura de la jornada permite pensar que los ciudadanos están quejosos por la situación y por cómo les afecta, pero no parecen muy partidarios de salir a la calle o de perder un día de sueldo por hacer huelga. Solo los trabajadores griegos, víctimas de unas medidas drásticas y sin duda injustas por antisociales, han sido convocados a una huelga general. No ha ocurrido en ningún otro país europeo. Veremos en las próximas fechas si los sindicatos de Alemania, donde se anuncia un ajuste sin parangón, echan a sus afiliados a las calles. También podremos comprobarlo en Reino Unido, donde el nuevo primer ministro prepara un paquete de recortes de gran calado.
¿Qué van a hacer los sindicatos españoles? La encuesta de ayer no es muy favorable a pisar el acelerador. Quizá por eso el Gobierno fue tan cauto y tiró de guante blanco para valorar el desarrollo de la convocatoria. Las cosas están como antes del paro, pendientes de hasta dónde quiera llegar José Luis Rodríguez Zapatero con la reforma laboral.
10 comentarios:
Lo que es estar, estar, las cosas están fatal Groucho....y o empezamos a salir de alguna manera hacia delante...o lo tenemos crudo. La huelga en mi trabajo ni se notó ...Un beso
Los sindicatos en España son antenas del poder.
Titiriteros.
BESOS
Coincidimos en el tema hoy, supongo que era obligatorio. Habrá que ver que no trae la marea.
Saludos Groucho
A mi, hay recortes de este gobierno que me dejan congelado ;)
¡Es que no era una huelga general! era una huelga de trabajadores del sector publico y no todos estaban convocados, o sea, mas en concreto de funcionarios. Y no ha ido mal digan lo que digan los medios de comunicación y persuasión que ya se han encargado de crear falsas expectativas (como ensayo de huelga general etc. etc.)y a pesar de los servicios mínimos impuestos a todas luces abusivos.
Ciudadano Urbanoyhumano: Seguramente quiso decir que los sindicatos son títeres (si fueran titiriteros manejarian los hilos y otro gallo cantaría). Mire vd. el sindicato entiendido como unión libre y voluntaria de trabajadores para la defensa de sus intereses es lo que sus afiliados quieran, y se puede estar o no se puede estar. ¿Esta Vd.? Es feo criticar la casa ajena pudiendo comprar una habitación y hacerlo desde dentro.
APOYO TOTALMENTE LO QUE DIJO MARTI OBIOLS CASANOVA
yo lei el comentario esta mañana y no podia creer el comentario referido a los sindicatos y el porque Groucho transcribio ese articulo
yo lo vivi en el 2001, recorte de sueldo y congelados los ahoroos,,
no tenia para dar de comer a mis hijos, y eso q sosy de clase media acomodada, no soy una marginal..
con 2 pesos compraba huevos y harina y hacia fideos caseros , fue terrible...vendia diarios y revistas viejos
pienso q hay q ser solidarios con los demas y no ver solo el ombligo y el espejo q devuleve la imagen...
MARTI, CREO QUE UNA HUELGA QUE ES SEGUIDA POR UN 18% DE LOS TRABAJADORES CONVOCADOS, SEAN O NO FUNCIONARIOS, NO ES UN EXITO... ES MAS ES UN FRACASO.
LA MANIFESTACIÓN POSTERIOR ES OTRA HISTORIA, LA GENTE ESTA CABREADA Y SALE A LA CALLE.
PERO LA HUELGA MUCHOS NO LA SECUNDARON POR QUE -PALABRAS TEXTUALES DE UNA PROFESORA DEL COLEGIO DE MI HIJA- "SI HAGO HUELGA ME DESCUENTAN UN DIA, Y NO LE VOY HA HACER ESE FAVOR A MARAGALL"
TRADUCCIÓN: NO QUIERO COBRAR UN DIA MENOS.
MARTI, SABES QUE NO SOY ANTISINDICALISTA... PERO ESTA HUELGA NOS LA PODRIAMOS HABER AHORRADO O HABERLA PREPARADO CON MAS TIEMPO Y HACIENDO UN POQUITO DE PEDAGOGIA. EL RESULTADO -TAL VEZ HABRIA SIDO OTRO-.
Gianna, yo tambien estoy -en parte-de acuerdo con Marti.
Transquibi el articulo por que es un clamor que se ha hecho mal esta huelga.
Yo no estoy contra la huelga -nunca lo he estado- pero hacer mal las cosas crea reticencias para la siguiente.
He sido sindicalista muchos años y a pesar de ser en este momento autonomo, mi corazon sigue latiendo a la izquierda de mi pecho, precisamente por ello me ha dolido esta huelga-chapuza.
winnieO, urbanoyhumano,llop, franc, CREO QUE UNA HUELGA QUE ES SEGUIDA POR UN 18% DE LOS TRABAJADORES CONVOCADOS, SEAN O NO FUNCIONARIOS, NO ES UN EXITO... ES MAS ES UN FRACASO... y lo siento.
De haber Dios, me libre ËL de pensar que eres antisindicalista despues de lo que hemos vivido y discrepado juntos. Con tiempo pienso hacer una entrada en "Treballar Cansa" haciendo "mi" analisis, pero, insisto, no fue mal y los medios de información y "persuasión" saben que fue MUCHO mas del 18% el indice de participación y que los servicios mínimos fueron abusivos,lo saben. Nos movemos en el subjetivismo: tu con tu maestra (es cierto que en algunas personas el salario a descontar pesó)y en cambio yo no pude utilizar el transporte público y me suspendieron los juicios en los juzgados de lo social de Sabadell. Total, de momento experiencias personales
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