COMENTARIO DE JOSEP PERNAU EN EL PERIÓDICO DE CATALUNYA
1/6/2009 OPUS MEI
Víctor Jara no está muerto del todo
Josep Pernau
El culebrón del golpe de Estado contra el presidente de Chile Salvador Allende se desarrolla por capítulos. Murió el tirano Augusto Pinochet sin pagar la deuda pendiente con la justicia y quedan muchas conductas por aclarar. Después de 36 años de silencio, ahora, en Santiago ha confesado uno de los soldados que componían el pelotón que fusiló al cantautor y director teatral Víctor Jara, un creador artístico de 41 años al que encarcelaron en los sótanos del estadio de Santiago al día siguiente del sangriento golpe de Estado de 1973 y al que destrozaron las manos que habían acariciado la guitarra en la que se habían gestado sus composiciones. En los versos de Víctor Jara había lírica, pero también ideología, como queda patente en su canción Manifiesto, la comunista:
Víctor Jara no está muerto del todo
Josep Pernau
El culebrón del golpe de Estado contra el presidente de Chile Salvador Allende se desarrolla por capítulos. Murió el tirano Augusto Pinochet sin pagar la deuda pendiente con la justicia y quedan muchas conductas por aclarar. Después de 36 años de silencio, ahora, en Santiago ha confesado uno de los soldados que componían el pelotón que fusiló al cantautor y director teatral Víctor Jara, un creador artístico de 41 años al que encarcelaron en los sótanos del estadio de Santiago al día siguiente del sangriento golpe de Estado de 1973 y al que destrozaron las manos que habían acariciado la guitarra en la que se habían gestado sus composiciones. En los versos de Víctor Jara había lírica, pero también ideología, como queda patente en su canción Manifiesto, la comunista:
«Yo no canto por cantar,
ni por tener buena voz.
Canto porque la guitarra
tiene sentido y razón».
La tortura consistió en tentar a la muerte con unos disparos de la ruleta rusa en la sien del cantautor. Y aquí entra en acción el soldado Paredes, detenido ahora, que junto con otros reclutas formó parte del pelotón de fusilamiento. Hasta 44 balas se incrustaron en el cuerpo del artista. Ahora, su viuda confía en la detención de “otros culpables, gente que mandó disparar”. El soldado Paredes dice que él “sólo es un pelao”.Un pelao que, sin quererlo, ha reavivado el recuerdo de la tragedia de hace 36 años y, de manera más directa, la tortura y el asesinato de un trabajador de la cultura que puso su arte y su vida al servicio del progreso y de la justicia. Él mismo, de origen humilde, era una esperanza y un testimonio de que las situaciones sociales pueden cambiar. Se dice en Chile que mientras sus canciones vivan, Víctor Jara no habrá muerto del todo.
http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idnoticia_PK=617512&idseccio_PK=1006&idioma=CAS
PREGUNTAS POR PUERTO MONT (Victor jara)
Muy bien, voy a preguntar,
por ti, por ti, por aquél
por ti que quedaste solo
y el que murió sin saber,
murió sin saber por qué
le acribillaban el pecho
luchando por el derecho
de un suelo para vivir.
¡Ay, que ser más infeliz
el que mandó disparar
,sabiendo cómo evitar
una matanza tan vil
l!Puerto Montt, oh Puerto Montt
Puerto Mont, oh Puerto Montt.
Usted debe responder
Señor Pérez Zujovic
,por qué al pueblo indefenso
contestaron con fusil.
Señor Pérez, su conciencia
la enterró en un ataúd
y no limpiarán sus manos
toda la lluvia del sur.
Murió sin saber por qué,
le acribillaron el pecho
luchando por el derecho
de un suelo para vivir.
¡Ay, que ser más infeliz
el que mandó disparar,
sabiendo cómo evitar
una matanza tan vil
!Puerto Montt, oh Puerto Montt
Puerto Montt, oh Puerto Montt
MATANZA DE PUERTO MONTT
La ciudad de Puerto Montt, a orillas del golfo Reloncaví, vivió uno de los episodios más trágicos de la historia reciente chilena. El 4 de marzo de 1969 alrededor de noventa familias sin hogar deciden ocupar unos arrabales en la Pampa Irigoin pertenecientes a la acaudalada familia de los Irigoin, uno de los terratenientes más poderosos de la zona, construyendo una serie de casuchas hechas con tablas y chapas de madera y hojalata.
El diputado socialista Luis Espinoza asesoraba a las familias en la ocupación como respuesta ante la negativa de las autoridades de concederles parcelas para construir sus viviendas. Durante los cinco días siguientes se vivió una calma tensa con visitas de los carabineros comandadas por el comisario Rolando Rodríguez Marbán, que el mismo sábado 8 de marzo llegó a decir a los pobladores que estuviesen tranquilos y que trazaran bien las calles no preocupándose ya que nadie les molestaría. Pero al día siguiente las Ordenes del Ministerio del Interior hicieron cambiar radicalmente la situación.
En la madrugada del sábado al domingo el diputado socialista Luis Espinoza fue detenido y acusado de infracción a la Ley de Seguridad Interior del Estado por organizar seis ocupaciones anteriores, llevándole preso a la ciudad de Valdivia. Al amanecer, doscientos cincuenta carabineros asaltaron, por orden del ministro del Interior Edmundo Pérez Zujovic y de su intendente en la provincia de Llanquihue, Jorge Pérez, a los ocupantes de la Pampa Irigoin. Estos, en previsión del ataque, habían preparado un rudimentario sistema de alarmas a base de latas atadas con alambre a baja altura que provocaron un gran ruido que les despertó. Las versiones de lo que pasó después son contradictorias, pero los hechos no: las chabolas fueron incendiadas y once ocupantes murieron acribillados por las balas de las metralletas de los carabineros.
La noticia de un nuevo domingo sangriento corrió rápidamente por todo el país provocando una ola de repudio e indignación instantánea. Los funerales se celebraron dos días después con una gran tensión tras la versión oficial lanzada por el gobierno en la que acusaban a los ocupantes de atacar a los carabineros con piedras y de haber herido a uno de ellos y a los políticos opositores de realizar ofrecimientos demagógicos en materia de viviendas a los sin techo; sin embargo diversos hechos como la ausencia de carabineros heridos en el hospital de Puerto Montt, así como la declaración de la familia Irigoin de haber autorizado la ocupación mientras se arreglaba la situación con la Corporación de la Vivienda (Corvi), provocó numerosas protestas en todo el país culminadas en una masiva concentración en Santiago de Chile, convocada por el Partido Comunista, en la que se defendió el derecho legítimo del pueblo a exigir un lugar donde vivir. Incluso la Juventud Demócrata Cristiana llegó a acusar al gobierno del acto represivo y de su política cada vez más alejada y contraria a los intereses del pueblo.
El autoritarismo creciente del gobierno de Edmundo Frei y de su ministro de Interior, Pérez Zujovic, les llevó a ser marcados como los culpables de la masacre de Puerto Montt como expuso la senadora Julieta Campusano: "Las balas asesinas se llaman Frei, Pérez Zujovic. Ellos han dicho que no tolerarán ocupaciones ilegales. Pero, para ellos, el hambre, la miseria, la vivienda insalubre y la condición de allegados, eso es legal". El cantautor del pueblo chileno, Víctor Jara, compuso la canción "Preguntas por Puerto Montt" en la que acusaba directamente al ministro del Interior por haber ordenado la masacre y marcharse de vacaciones ante las consecuencias de la misma. La canción fue aumentando su popularidad a medida que la del gobierno de Frei se desprestigiaba por momentos y provocaba su derrota en las urnas en las elecciones presidenciales de 1970, que culminaban con la victoria de la Unidad Popular de Salvador Allende.
La masacre que judicialmente quedó impune, sin embargo significó la sentencia para el ministro del Interior Pérez Zujovic, ya que el 8 de junio de junio de 1971, cuando el gobierno ya era ejercido por Salvador Allende, un comando extremista, perteneciente al grupo Vanguardia Organizada del Pueblo (VOP) le ametrallaba cuando conducía su vehículo. La investigación terminó con la localización del comando terrorista y la muerte de tres de ellos, los hermanos Ronald y Arturo Rivera Calderón y Heriberto Salazar Bello. Los correligionarios de Pérez Zujovic, como el escritor Enrique Campos Menéndez, señalaron a los dirigentes del gobierno de la Unidad Popular como los autores intelectuales del crimen y les acusaron de querer transformar el Chile libre y democrático en un gran campo de concentración. La historia, sin embargo, les quitó la razón rápidamente, el 11 de septiembre de 1973 las fuerzas militares derrocaban, tras un golpe militar, al gobierno democrático de Allende, asesinándole al igual que a miles de chilenos que no comulgaban con sus ideales fascistas, como Víctor Jara y Luis Espinoza, torturados y asesinados por el régimen de Pinochet.
La ciudad de Puerto Montt, a orillas del golfo Reloncaví, vivió uno de los episodios más trágicos de la historia reciente chilena. El 4 de marzo de 1969 alrededor de noventa familias sin hogar deciden ocupar unos arrabales en la Pampa Irigoin pertenecientes a la acaudalada familia de los Irigoin, uno de los terratenientes más poderosos de la zona, construyendo una serie de casuchas hechas con tablas y chapas de madera y hojalata.
El diputado socialista Luis Espinoza asesoraba a las familias en la ocupación como respuesta ante la negativa de las autoridades de concederles parcelas para construir sus viviendas. Durante los cinco días siguientes se vivió una calma tensa con visitas de los carabineros comandadas por el comisario Rolando Rodríguez Marbán, que el mismo sábado 8 de marzo llegó a decir a los pobladores que estuviesen tranquilos y que trazaran bien las calles no preocupándose ya que nadie les molestaría. Pero al día siguiente las Ordenes del Ministerio del Interior hicieron cambiar radicalmente la situación.
En la madrugada del sábado al domingo el diputado socialista Luis Espinoza fue detenido y acusado de infracción a la Ley de Seguridad Interior del Estado por organizar seis ocupaciones anteriores, llevándole preso a la ciudad de Valdivia. Al amanecer, doscientos cincuenta carabineros asaltaron, por orden del ministro del Interior Edmundo Pérez Zujovic y de su intendente en la provincia de Llanquihue, Jorge Pérez, a los ocupantes de la Pampa Irigoin. Estos, en previsión del ataque, habían preparado un rudimentario sistema de alarmas a base de latas atadas con alambre a baja altura que provocaron un gran ruido que les despertó. Las versiones de lo que pasó después son contradictorias, pero los hechos no: las chabolas fueron incendiadas y once ocupantes murieron acribillados por las balas de las metralletas de los carabineros.
La noticia de un nuevo domingo sangriento corrió rápidamente por todo el país provocando una ola de repudio e indignación instantánea. Los funerales se celebraron dos días después con una gran tensión tras la versión oficial lanzada por el gobierno en la que acusaban a los ocupantes de atacar a los carabineros con piedras y de haber herido a uno de ellos y a los políticos opositores de realizar ofrecimientos demagógicos en materia de viviendas a los sin techo; sin embargo diversos hechos como la ausencia de carabineros heridos en el hospital de Puerto Montt, así como la declaración de la familia Irigoin de haber autorizado la ocupación mientras se arreglaba la situación con la Corporación de la Vivienda (Corvi), provocó numerosas protestas en todo el país culminadas en una masiva concentración en Santiago de Chile, convocada por el Partido Comunista, en la que se defendió el derecho legítimo del pueblo a exigir un lugar donde vivir. Incluso la Juventud Demócrata Cristiana llegó a acusar al gobierno del acto represivo y de su política cada vez más alejada y contraria a los intereses del pueblo.
El autoritarismo creciente del gobierno de Edmundo Frei y de su ministro de Interior, Pérez Zujovic, les llevó a ser marcados como los culpables de la masacre de Puerto Montt como expuso la senadora Julieta Campusano: "Las balas asesinas se llaman Frei, Pérez Zujovic. Ellos han dicho que no tolerarán ocupaciones ilegales. Pero, para ellos, el hambre, la miseria, la vivienda insalubre y la condición de allegados, eso es legal". El cantautor del pueblo chileno, Víctor Jara, compuso la canción "Preguntas por Puerto Montt" en la que acusaba directamente al ministro del Interior por haber ordenado la masacre y marcharse de vacaciones ante las consecuencias de la misma. La canción fue aumentando su popularidad a medida que la del gobierno de Frei se desprestigiaba por momentos y provocaba su derrota en las urnas en las elecciones presidenciales de 1970, que culminaban con la victoria de la Unidad Popular de Salvador Allende.
La masacre que judicialmente quedó impune, sin embargo significó la sentencia para el ministro del Interior Pérez Zujovic, ya que el 8 de junio de junio de 1971, cuando el gobierno ya era ejercido por Salvador Allende, un comando extremista, perteneciente al grupo Vanguardia Organizada del Pueblo (VOP) le ametrallaba cuando conducía su vehículo. La investigación terminó con la localización del comando terrorista y la muerte de tres de ellos, los hermanos Ronald y Arturo Rivera Calderón y Heriberto Salazar Bello. Los correligionarios de Pérez Zujovic, como el escritor Enrique Campos Menéndez, señalaron a los dirigentes del gobierno de la Unidad Popular como los autores intelectuales del crimen y les acusaron de querer transformar el Chile libre y democrático en un gran campo de concentración. La historia, sin embargo, les quitó la razón rápidamente, el 11 de septiembre de 1973 las fuerzas militares derrocaban, tras un golpe militar, al gobierno democrático de Allende, asesinándole al igual que a miles de chilenos que no comulgaban con sus ideales fascistas, como Víctor Jara y Luis Espinoza, torturados y asesinados por el régimen de Pinochet.
8 comentarios:
Nadie devuelve la vida a las víctimas de estas torturas o asesinatos, pero al menos algunas cabezas cayeron.
!Cuántos asesinos siguen todavía impunes de sus crímenes! Que se haga justicia.
Un abrazo.
La pervivencia de las obras de los artistas les hace inmortales. Víctor Jara lo es, sin duda.
Groucho...he visto el nombre de Víctor Jara, y me vine corriendo.
Alguna vez quedará aclarado todo esto? Yo no lo sé. Hay tanta herida mal cicatrizada por la impunidad y la injusticia.
Creo que la mayor tortura que sufrió Victor Jara fue que le destrozaran las manos (un mensaje terrorífico de los terroristad de estado). Sus manos, aquéllas con las que rasgaba su guitarra como un grito.
Excelente entrada, Groucho.
Un beso.
La justicia es muy difícil de alcanzar cuando se enfrenta a otros parámetros digamos más "enriquecedores"...
Pero somos muchos, tantos, que si no unos, otros, podemos mantener vivas las voces que en diferentes momentos callaron por la fuerza:
unas veces nítidas (como es el caso de Victor Jara, que se recuerda al poeta, a su voz, a su calidez, a su denuncia),
otras veces distorsionadas (que cada uno busque su propio ejemplo)...
Besos, Groucho, 102...
Inolvidable Victor Jara, y siempre presente.
Saludos.
No conocía esta canción, Groucho. Gracias por compartirla.
HAY QUE CONOCER LA HISTORIA PARA EVITAR QUE SE REPITA.
SALUD.
Con esta entrada, Groucho, me has traído a la memoria el recuerdo de una figura muy querida y admirada. Victor Jara era un poeta y una persona comprometida con las circunstancias que le tocaron vivir. Recuerdo sus bellísimas canciones: " Te recuerdo Amanda", la que has citado de "Puerto Montt y tantas otras que al escucharlas siento escalofríos y se me eriza la piel. Espero que se haga justicia y que nunca se olvide su mensaje. Por cierto, el grupo californiano Calexico tiene una maravillosa canción que se llama precisamente "Las manos de Victor Jara".¿Lo has escuchado? Gracias por este post, Groucho. Un abrazo.
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