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El lado ‘gore’ de los cuentos
Matar, despedazar o comerse a niños suele ser algo habitual en los cuentos populares, que han sido endulzados con el paso del tiempo.
En realidad, muchos de los cuentos hoy considerados como "clásicos" nunca tuvieron la pretensión de ser infantiles.
Hay quien postula que la inclusión de estos ejemplos sádicos y aterradores en los cuentos permite al niño enfrentarse a miedos.
Son muchas las voces que se alzan denunciando la carga de violencia y crueldad en la televisión y los videojuegos. ¿Y qué hay del lado oscuro de los cuentos populares?
Matar, despedazar o comerse a niños suele ser algo habitual (Pulgarcito), engordarlos para hacerlos más apetitosos (Hansel y Gretel), que sus padres les abandonen (Pulgarcito y Hansel y Gretel), que les vendan a cambio de comida o de otros favores (Ranpunzel, Rumpelstiltskin), o les mutilen (La niña sin manos -de los hermanos Grimm- relata como un molinero amputa las manos a su hija para salir de la pobreza).
Perrault eliminó los detalles más escabrosos, no porque su obra fuera destinada a los niños, sino porque sería leída en la corte.
En realidad, según explica el escritor Jesús Callejo en su libro Los dueños de los sueños, muchos de los cuentos hoy considerados como "clásicos" -la mayoría de tradición oral y origen popular- nunca tuvieron la pretensión de ser infantiles.
El francés Perrault fue uno de los primeros en recoger por escrito las narraciones populares, publicando en 1697 Historias y relatos de antaño. Perrault eliminó los detalles más escabrosos, no porque su obra fuera destinada a los niños, sino porque sería leída en la refinada corte francesa.
Y remató cada historia con una moraleja que, en el caso de Caperucita, alerta contra la pederastia: a "las doncellas, en especial las señoritas bien hechas, amables y bonitas" de lo peligroso que resulta hablar con "lobos complacientes" que "las siguen hasta las casas y callejuelas". Fue a partir del siglo xix cuando los cuentos se consideraron "óptimos para la educación infantil" y se convirtieron "en un instrumento educativo y moralizante".
Hay quien postula que la inclusión de estos ejemplos sádicos y aterradores en los cuentos permite al niño enfrentarse a miedos.
Los hermanos Grimm, en su recopilación Cuentos para la infancia y el hogar (1812 y 1815) adornaron y endulzaron las narraciones, incluso tuvieron que cambiar varios detalles de los originales para satisfacer las exigencias del público burgués. De edición en edición, la censura era cada vez más rígida, debido a la extrema dureza de las historias. Sin embargo, el trasfondo más tenebroso de éstos aún permanece en muchos títulos conocidos.
Hay quien postula que la inclusión de estos ejemplos sádicos y aterradores en los cuentos permite al niño enfrentarse a miedos y tensiones en la vida real. Según el psicoanalista Bruno Bettelheim: "Muchos padres están convencidos de que los niños (...) deberían conocer únicamente el lado bueno de las cosas. Pero la vida real no siempre es agradable". He aquí algunos ejemplos:
'Blancanieves'La joven, una vez casada con su príncipe, prepara la vendetta contra la perversa reina por intentar asesinarla: "Habían puesto ya al fuego unas zapatillas de hierro y estaban incandescentes. Tomándolas con tenazas, la obligaron a ponérselas, y hubo de bailar con ellas hasta que cayó muerta" (Hermanos Grimm).
'Pulgarcito'Pulgarcito cambia las gorras de sus hermanos por las coronas de las hijas del Ogro, que "se dirigió a la cama de los niños, armado de su cuchillo, para degollarlos a todos" (y comérselos). "Al palpar los gorros les cortó a todas la cabeza" (a las niñas).
'La bella durmiente'El príncipe azul "descendía de una familia de ogros". Su madre "sentía las inclinaciones de esa casta, por lo cual cuando veía a los niños tenía que hacer esfuerzos para no devorarlos". "Quiero comerme a mi nuera en la misma salsa que a sus hijos". (Perrault)
'Caperucita roja'Final según Perrault: "El malvado lobo se echó sobre Caperucita Roja y la engulló de un solo bocado" (Caperucita muere). En la versión de Grimm la abuela y Caperucita fríen al lobo en una caldera de aceite. En otras versiones populares el lobo obligaba a Caperucita a comer carne y beber sangre de la abuela. En el final más extendido, el cazador abre en canal al lobo.
'La Cenicienta'La madrastra corta los dedos y los talones a sus hijas para que les quepa el zapato. El príncipe las descubre "al ver correr la sangre". Al final, las palomas de Cenicienta pican a las hermanastras en los ojos, "quedando ciegas toda su vida". (Grimm)
'Barba azul'"Advirtió que el suelo estaba todo cubierto de sangre coagulada y que en ella se reflejaban los cuerpos de varias mujeres muertas y colgadas a lo largo de las paredes" (Perrault).
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¿QUE OS HA PARECIDO?
¿ACOJONA VERDAD?
16 comentarios:
Ajajajja, bueno, yo no lo diría así porque soy una señorita...
y porque creo que los niños tienen que tener el lado gore de los cuentos y no vivir en una burbuja sobreprotegidos por sus padres para convertirse en déspotas malas bestias de adolescentes y tiranos de jóvenes y a ver de qué cuando sean adultos y sienten la cabeza, uf, no quiero ni pensarlo... Y eso que yo soy optimista, porque lo mismo decían de nosotros (y así nos va, en fin...).
Muy bueno, buenísimo, el artículo y el tema.
La verdad es que sí, acojona un poco bastante mucho demasiado
Un rampyabrazo
Rampy
Cuando era niña, era la parte de los cuentos que más me gustaba...
Saludos.
Es buenísimo.
Saludos
Estoy con Armida Leticia: es como si en un libro de intriga te cuentan el final, o si en un libro de miedo te quitan el miedo, o en uno de detectives te dicen quién fue el asesino, o si en uno de humor le quitan el humor... Los niños tienen que aprender además de todo lo que enseñan los libros, ¡cómo son los libros! ¡cómo es leer! Si no, a quién le gustaría...
Es machacar los gusanos para sus crías los pajarracos: sólo cuando son muy pequeños, luego no.
Besos, Groucho, y saludos a los demás.
Sí que acojona, si.¿Y del hombre del saco? ¿Qué me dices? ¿Nadie lo denunciaba?
Anda qué..............y el ratoncito Pérez? ¿Comía dientes?
Sin palabras que te dejan.
¿Y qué me decís de las perrerías que siempre le hacen al pobre Lobo Feroz? La mamá cabrita (sí que era cabrita ella) le abre la tripa, le saca las cabritillas, le mete piedras y le cose, a lo vivo; cuando el Lobo se despierta de la siesta y va a beber al río, le puede el peso y se ahoga. ¡Si es que somos unos bestias!
Ahora que los padres ya no cuentan cuentos a los hijos, o les ofrecen la versión light, los chavales tienen que desahogarse con la Play... ¡Es que está todo inventao!
Un abrazo
Lo mejor de los cuentos son los malos.
Ayyyy....a mí sí el que me daba mucho miedo, pero muuucho, era Hansel y Gretel. Y también Barba Azul.
En mi opinión creo que no hay que subestimar a los niños, que saben distinguir muy bien cuando es fantasía...que las cosas que dejan secuelas y meten mucho miedo son las que pasan a su alrededor, violencia familiar, guerras...bueno, ya sabes, la cruda realidad.
Los cuentos depende como se cuentan, el acento que pongas cuando eliges que el ogro se come a... o cuando le coses la barriga al lobo... también se pueden modificar los finales dependiendo del momento, o haciendo que los niños los reescriban...
Como bien dice mara, los niños saben diferenciar... y puede no gustarles un matiz de la historia (la muerte de la mamá de Bambi, por lo que ello supone,... o la muerte del papá de El Rey León, que se lo carga su propio hermano...)... pero los cuentos introducen a realidades que luego ven...
Lo bueno de los cuentos es contarlos, reinventarlos, porque enriquecen en palabras y en temas, porque enseñan, porque tienen moraleja,... y luego está la magia... y la sorpresa... y la ilusión...
Besos, 102.
PUES A MI ME DABAN MIEDO Y ME SIGUEN DANDO.
¡¡¡Y TENGO 51 AÑOS!!!
CREO QUE SOY UN INMADURO... O NO...NO SE.
BESOS PARA TOD@S.
Pues, gores y todo, casi que prefiero estas versiones a las excesivamente edulcoradas de Disney... ¿o no?
Besos
NANNY, NI UNAS NI OTRAS...
¿QUE TAL UN TERMINO MEDIO?
BESOS.
Nada de términos medios: mejor que haya de todo.
Así que te siguen asustando, Groucho. ¡Uuuuuuuuhhhhhhhh!
FAUVE, ¡¡¡QUINA POOOOR!!!
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