Había una vez un príncipe que acostumbraba a caminar por el bosque. En uno de sus paseos matutinos, cuando pasaba cerca de un estanque, escuchó una tierna pero lastimera voz que le pedía un beso. El príncipe, extrañado y con un poco de aprehensión se acercó mas al estanque, para descubrir con sorpresa que quien le hablaba era ni mas ni menos que una rana... la más fea de todas ellas; con los ojos muy saltones. La rana le pidió nuevamente al príncipe que le diera un beso. El batracio le explicó al soberano que había sido víctima de un encantamiento y que por ello había quedado convertida en tan repugnante animal. También le dijo (la rana) que era una hermosa doncella de un reino más allá de los mares y que ella estaba segura que su liberador sería recompensado con grandeza. El príncipe, haciendo tripas corazón y aún no muy convencido se acercó y plantó un besito sobre las verrugas... Al instante comenzó una extraña transformación,... tras una fuerte explosión y en medio de una fuerte nubosidad el príncipe comenzó a distinguir una figura femenina. Al disiparse la nube se dio cuenta que era la mujer más bella que hubiera conocido. Despertando toda su voluptuosidad e instintos, el príncipe comenzó a aproximarse a la desnuda mujer, ante lo cual ella le dijo que se esperase un poquito, que el efecto del encantamiento aún no se había disipado del todo pero el príncipe fue incapaz de contenerse y la poseyó...
La princesa tenía razón y el príncipe quedó ... "encantado".
10 comentarios:
es un bonito cuento...cuantas veces quedamos "encantado" por diferentes circunstancias...
saludos
Cuántas ranas desearían ser besadas por un "principe" y su epera no tiene un final tan feliz como éste.
Hermoso cuento.
Abrazos
Ay, Groucho, qué bonito cuento para empezar un día soleado de domingo.
De esos príncipes habrá en el carrefour?
Como decía Lay Di, a veces besas a un prícipe y se convierte en rana......
Te das cuenta que dejas el final abierto? Me temo que éste no es un final Disney...
Un beso, príncipe.
Con este cuento harás que vayamos besando ranas... si las encontramos y nos hablan, claro.
jaajajjjajá!...bueno, yo lo conocía como un chiste más que un cuento....y lo percibo diferente a como lo hacen aquí, disculpa si soy imprudente.. pero es que "he quedado encantada"..
Veo que entre lo que tú posteas y lo mío...andamos parecidos, no?
Una bella semana para tí
Gracias....muchas gracias!♥
Ali
qué malo jeje.
Es lo que pasa por ir lamiendo ranas, que si pillas una especie alucinógena ves tías buenas donde no las hay.. o sí, según este cuento
SOY UN NIÑO GRANDE,POR ESO HE CONTADO ESTE CUENTO, POR ESO Y POR QUE QUIERO.
BESOS, SALUDOS Y ACHUCHONES.
Me gustan los cuentos de principes y princesas, este tiene una linda metáfora.
Besos varios.:-)
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