Littré fue un político y lexicólogo francés del siglo XIX. Se encontraba cierto día impropiamente (no se si esta es la palabra apropiada) encamado con su criada, cuando su esposa entró en la habitación. En el proceso judicial de divorcio, parece que la risa estalló cuando el propio Littré (creador del afamado “diccionario Littré” francés) con frialdad decimonónica, relató el diálogo que tuvo lugar, comenzado por su mujer:
-Emile, estoy sorprendida…
-No, querida –reconvino Littré- tú estás asombrada. El sorprendido soy yo.
-Emile, estoy sorprendida…
-No, querida –reconvino Littré- tú estás asombrada. El sorprendido soy yo.
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Anecdota copiada de WIKIPEDIA, gracias amiga Wiki.
3 comentarios:
Muy agudo y certero Monsieur Littré.
ja ja muy buena!!! besos
A eso le llamo yo utilizar el lenguaje con precisión semántica...
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