“Llevaba 40 años usando mal el bidé”
Antonio Luján asegura ser víctima de una educación deficiente y también del individualismo humano. Pedagogo de profesión, descubrió por casualidad “viendo un YouTube” que el bidé es usado comúnmente para limpiarse los genitales, el ano y, en ocasiones, los pies. “Llevaba 40 años utilizando el bidé para lavarme la cara diariamente. 40 malditos años. Mi mujer lo sabía, me había visto hacerlo, y calló para no violentarme. Por supuesto, ella sí lo usaba correctamente”, se lamenta.
Según Luján, el suceso trasciende la mera anécdota. “Obviamente lo del bidé es sólo un síntoma, una prueba de que no puedo confiar ni siquiera en mi propia familia. Si mi esposa y mis cinco hijos han callado ante esta barbarie cotidiana, dejando que sumergiera mi rostro donde antes ellos habían puesto los genitales, es que estoy completamente solo en el mundo”, argumenta el entrevistado.
Antonio ha hecho las maletas. “Necesito estar solo en estos momentos. Pasaré unos días en una pensión. Sin bidé, por supuesto. No lo soportaría”, confiesa. Su familia no entiende su reacción, considera que está exagerando ante un simple malentendido. “Racionalmente sé que hay muchas otras cosas que deberían compensarme, soy consciente de que hay cariño y respeto en mi casa. Pero a nivel emocional me siento como si mis seres queridos me hubieran restregado por la cara sus partes pudendas. El silencio es complicidad. Si dejas que tu padre meta la cara donde tú metes el pene, ¿dónde termina la persona y dónde empieza el animal?”.
“La experiencia que he vivido me ha hecho ver que no estamos educando correctamente a los niños en lo que a higiene íntima se refiere”, reconoce Luján. “Yo asociaba el lavamanos a las manos, el inodoro a las partes íntimas y el bidé a la cara. No me parece descabellada la asociación, pero era errónea. Y el pedagogo que hay en mí está especialmente dolido al no haberse dado cuenta de algo tan básico”, explica.
Pese a todo, se niega a caer en el resentimiento. “Me aparto como un animal herido para reponerme. Volveré con los míos cuando les pueda mirar a la cara. Esa misma cara en la que ellos, de alguna manera, se han estado meando durante cuatro décadas”. Dice esto al tiempo que, usando un tenedor, intenta terminar la sopa que le han servido en el restaurante donde nos hemos citado. Mueve el brazo muy rápidamente, intentando que el líquido llegue a su boca sin perderse por el camino, y cuando se cansa come migas que extrae de la barra de pan con una cuchara, como si comiera helado. Aturdido ante el espectáculo, le miro con ternura sin atreverme a decir nada.
Publicado el 2 de Diciembre de 2010 por Xavi Puig en:
http://www.elmundotoday.com/2010/12/llevaba-cuarenta-anos-usando-mal-el-bide/#more-12065
Antonio Luján asegura ser víctima de una educación deficiente y también del individualismo humano. Pedagogo de profesión, descubrió por casualidad “viendo un YouTube” que el bidé es usado comúnmente para limpiarse los genitales, el ano y, en ocasiones, los pies. “Llevaba 40 años utilizando el bidé para lavarme la cara diariamente. 40 malditos años. Mi mujer lo sabía, me había visto hacerlo, y calló para no violentarme. Por supuesto, ella sí lo usaba correctamente”, se lamenta.
Según Luján, el suceso trasciende la mera anécdota. “Obviamente lo del bidé es sólo un síntoma, una prueba de que no puedo confiar ni siquiera en mi propia familia. Si mi esposa y mis cinco hijos han callado ante esta barbarie cotidiana, dejando que sumergiera mi rostro donde antes ellos habían puesto los genitales, es que estoy completamente solo en el mundo”, argumenta el entrevistado.
Antonio ha hecho las maletas. “Necesito estar solo en estos momentos. Pasaré unos días en una pensión. Sin bidé, por supuesto. No lo soportaría”, confiesa. Su familia no entiende su reacción, considera que está exagerando ante un simple malentendido. “Racionalmente sé que hay muchas otras cosas que deberían compensarme, soy consciente de que hay cariño y respeto en mi casa. Pero a nivel emocional me siento como si mis seres queridos me hubieran restregado por la cara sus partes pudendas. El silencio es complicidad. Si dejas que tu padre meta la cara donde tú metes el pene, ¿dónde termina la persona y dónde empieza el animal?”.
“La experiencia que he vivido me ha hecho ver que no estamos educando correctamente a los niños en lo que a higiene íntima se refiere”, reconoce Luján. “Yo asociaba el lavamanos a las manos, el inodoro a las partes íntimas y el bidé a la cara. No me parece descabellada la asociación, pero era errónea. Y el pedagogo que hay en mí está especialmente dolido al no haberse dado cuenta de algo tan básico”, explica.
Pese a todo, se niega a caer en el resentimiento. “Me aparto como un animal herido para reponerme. Volveré con los míos cuando les pueda mirar a la cara. Esa misma cara en la que ellos, de alguna manera, se han estado meando durante cuatro décadas”. Dice esto al tiempo que, usando un tenedor, intenta terminar la sopa que le han servido en el restaurante donde nos hemos citado. Mueve el brazo muy rápidamente, intentando que el líquido llegue a su boca sin perderse por el camino, y cuando se cansa come migas que extrae de la barra de pan con una cuchara, como si comiera helado. Aturdido ante el espectáculo, le miro con ternura sin atreverme a decir nada.
Publicado el 2 de Diciembre de 2010 por Xavi Puig en:
http://www.elmundotoday.com/2010/12/llevaba-cuarenta-anos-usando-mal-el-bide/#more-12065
Y COPIADO POR GROUCHOMANIACO DE FORMA INMISERICORDE...
8 comentarios:
Siempre he pensado: "si el bidé de una casa hablará......." jaja Un beso
Madremíaquerida, cómo están las cabezas...
un poco incómodo para lavarse la cara, ¿no?
¡¡qué raricos somos!!
Besos,
Con estas asociaciones de ideas, no consigo entender cómo atinó a hacer hijos.
Vete tú a saber dónde metía el pájaro.
Ay, Señor.
Una entrada muy seria la de hoy. La imagen invitaba a la sonrisa, luego la lectura te lleva a pensar ¿Me estaré lavando la cara en el bidet?
Un beso
Debe ser de esos que se cagan en todos y en todo...
A todos, os recomiendo pasar de vez en cuando por aqui:
http://www.elmundotoday.com/
BESOS Y ACHUCHONES
Mercedes Sosa
Promesas Sobre El Bidet
Por favor no hagas promesas sobre el bidet
por favor no me abras más los sobres.
Por favor, yo te prometo te escribiré
si es que para de correr.
Por favor, sigue la sombra de mi bebé,
por favor, no bebas más, por favor no llorés.
Por favor yo te prometo te escribiré si es que para de llover.
Porque me tratas tan bien, me tratas tan mal
si sabés que no aprendí a vivir.
A veces estoy tan bien, estoy tan down.
Calambres en el alma,
cada cual tiene un trip en el bocho
difícil que lleguemos a ponernos de acuerdo.
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