Con su comentario, René Letelier estaba dejando de manifiesto que él no le iba a ganar al ordenador; pues cualquier jugador de ajedrez sabe que para desarrollar este juego con cierta sensatez es imprescindible valorar y respetar al contrario; aunque éste sea un mueble.
Me enseño a jugar mi padre cuando era muy jovencita, con unas fichas de madera que aún conservo. Disfruto con el solitario en el ordenador, pero con el ajedrez no podria, es un juego para disfrutarlo entre dos personas. Una abraçada Groucho,
¡Qué vidas tan intensas la de los muebles!!!! bss
ResponderEliminarCon su comentario, René Letelier estaba dejando de manifiesto que él no le iba a ganar al ordenador; pues cualquier jugador de ajedrez sabe que para desarrollar este juego con cierta sensatez es imprescindible valorar y respetar al contrario; aunque éste sea un mueble.
ResponderEliminarMe enseño a jugar mi padre cuando era muy jovencita, con unas fichas de madera que aún conservo.
ResponderEliminarDisfruto con el solitario en el ordenador, pero con el ajedrez no podria, es un juego para disfrutarlo entre dos personas.
Una abraçada Groucho,