Stanley Kubrick
Cuando un jugador se sienta frente al tablero y medita sobre sus dieciseis piezas, piensa con qué movimiento empezar y cómo le responderá el rival. Si el número de las aperturas usadas más habitualmente en el juego es grande, el de todas las posibles, teóricamente, es incomparablemente mayor y lo será aun más cuando se consideren las transposiciones y las variaciones en las series de movimientos. El primer movimiento de las blancas puede dar 20 posiciones distintas, a saber: 16 con un peón y 4 con un caballo. Y el primero de las negras da otro tanto; por consiguiente, se tendrán 20 x 20 = 400 posibilidades de formar una posición con las dos primeras jugadas.
Al segundo movimiento de las blancas, los resultados ya son verdaderamente impensados: 5.362 posibilidades. Las dificultades aumentan cuando se intenta averiguar el número de posiciones que puede dar el segundo movimiento de las negras: 71.824 posibilidades. Ya para el tercer movimiento de las blancas y de las negras, las cifras se van tornando difíciles de calcular: 9.132.484 posibilidades.
Estos valores dan una somera idea de las numerosas peripecias que tiene que afrontar un ajedrecista cuando se sienta frente al tablero de juego, más teniendo en cuenta que con los diez primeros movimientos de ambos jugadores, según calculan los matemáticos, se pueden obtener 169.518.829.100.544.000.000.000.000.000 posiciones distintas.
Datos sacados de aqui:
http://eljineteinsomne2.blogspot.com/2007/09/el-ajedrez-las-matematicas-y-una-via-de.html
Juego algo ajedres, nunca lo he estudiado y ni ptsma idea de que existiera ese abanico de posibilidades solo con los 10 primeros movimientos.
ResponderEliminarTo much for my coco.
Interesante
Salud
Me temo que el ajedrez no es lo mio Groucho...
ResponderEliminarDe niña y adolescente era un juego que me encantaba....Auténtica estrategia y un misterio cada movimiento....Besos Groucho y feliz día de la Almudena
ResponderEliminarcontramipersona, a mi me gusta jugar... lo del amplio abanico es cuestión de lecturas sobre el tema.
ResponderEliminarUn abrazo.
NORMA, a mi jugar me relaja.
ResponderEliminarDos besos.
Winnie0, me gusta jugar de vez en cuando... me relaja.
ResponderEliminarFeliz dia a ti tambien, por aqui no se celebra la Almudena.
BESO.
A mí me da vértigo sólo de pensarlo... Nunca se me ha dado bien, la verdad, aunque tuve en la adolescencia una racha que me dió por ahí y jugaba a diario, pero nunca conseguí dominarlo.
ResponderEliminarMuy interesante, Grou.
Un beso
Novicia Dalila, va bien para la mente, mantiene la cabeza "bien amueblada".
ResponderEliminarBesos monjiles.
"Muchas de las personas que se sentaban al otro lado del tablero se derretían, se quedaban fritas, hechas pedazos cuando Stanley dejaba que sus ojos dejaran escapar aquel gélido rayo que transmitian su mirada escrutadora y su penetrante inteligencia; ellos habian ido a pasar un buen rato jugando al ajedrez y de pronto Stanley pensaba por los dos".
ResponderEliminarMichael Herr. "Kubrick".
Amb tretze anys vaig canviar dins d'un cine, el Florida. Acababa de veure/viure "2.001, una odisea del espacio" i havia quedat conmocionat.
nomás por fun,pedazo de pelicula...
ResponderEliminarla musica bestial, Asi hablo Zaratustra.
No soy critico pero se lo que me gusta y 2001 odisea del espacio me gusto... mucho.
Salud.
El ajedrez, interesantísimo; es juego de dioses: ¡manejar a nuestro antojo un mundo en pequeño con todas sus figuras! Quién sabe si el mundo no será en resumidas cuentas más que eso, un gran tablero de ajedrez al que unos seres superiores juegan con nosotros como nosotros jugamos con las figuras del ajedrez.
ResponderEliminarJacinto Benavente