Preciosa foto de un iceberg bajada de internetEncima de un enorme iceberg a la deriva por el Atlántico Norte, un señor de Cuenca, funcionario de correos, y un pingüino discutían por el precio de un sello. El debate era agrio, visceral, a cara de perro, y quizás hubiera durado días, meses, años.
Pero el iceberg no. (Eloy Mon)
Pero el iceberg no. (Eloy Mon)
Con estas breves palabras nos damos cuenta lo necio y cabeza dura que es el hombre con el hombre, mientras a la naturaleza se le empieza a acabar la paciencia.
ResponderEliminarHermosa foto, todo un hallazgo Groucho, parece el arco del triunfo bañado en hielo.
como siempre un excelente post
Un beso
Claro, y con tanta insolencia humana dentro de poco la tierra también perderá la calma... ufff
ResponderEliminarbesos querido amigo;)
Al derretirse... el debate lo ganó el pinguino. El funcionario de correos tuvo que nadar y guardar la ropa.
ResponderEliminarNi más ni menos, Groucho.Genial entrada, directa y clara.
ResponderEliminar"singula dum capti circumvectamur amore"
ResponderEliminarmientras nos demoramos atrapados por el amor hacia los detalles.
Bicos
Qué buena entrada.Pero como aprendió el hombre a hablar pinguinalmente?
ResponderEliminartengo un premio para ti guapito
A mi lo que me llama la atención es ¿Por qué precisamente de Cuenca? Ese es el quid de la cuestión...
ResponderEliminarMuy bueno.
ResponderEliminarSaludos
Hoy nos has encantado, Groucho... Queda dicho todo.
ResponderEliminarUn abrazo
Lo del señor de cuenca...bueno supongo que es licencia del autor,y que lo mismo da que da lo mismo.El caso es; que seamos de donde seamos, somos de un terco que nos obnubila...
ResponderEliminarY digo terco, como podría decir burro, cerril,zopenco,negado,inútil...y un largo etcétera más...
Besos.
La de tiempo que se pierde en discusiones vanas, la de detalles que se pierden durante ellas...
ResponderEliminarUn beso, Groucho.
Un saludo
ResponderEliminarDesde hace unos meses, yo y otros dos amigos, estamos llevando a cabo un proyecto. Dicho proyecto consiste en la elaboración de una comunidad literaria independiente, un rincón en el que cualquiera pueda expresarse y de cualquier forma: relatos, poesía, etc. La idea de la que surgió y de la que aún se sigue sustentando, no es solo esa expresión, anteriormente mencionada, sino el mestizaje: que lo que yo escriba puede servirle a otro de aprendizaje o si más no, pueda aportarle alguna idea y viceversa. Por ello, les invito a todos aquellos que quieran participar en la redacción a que envíen un mail a lagacetademedianoche@gmail.com, citando el correo electrónico de la cuenta blogger, a la que deberá enviarse la invitación.
Atentamente,
El Gato Negro
Yo quiero hablar con un pingüino, pero no encima de un iceberg.
ResponderEliminarBueno, dependiendo del tamaño del iceberg podían tener para muuucho tiempo. Vamos, sin ir más lejos si hubiera sido el de la foto imagina lo que podrían haber discutido esos dos :D
ResponderEliminarBesos
Buenísima metáfora sobre la fugacidad del tiempo y lo que lo empleamos en absurdeces que al fin y al cabo seran derretidas en pos de lo verdaderamente importante.
ResponderEliminarUn pingüino tratando el precio del sello, encima de un iceberg, tiene ventaja. Las cosas como son.
Me dejaste un comentario hace tiempo, disculpa el retraso en darte las gracias, aunque ahora estoy en pausa.
:)
Muá
Me encantan los microrrelatos como este que has elegido con tan buen tino...
ResponderEliminarMal sitio para discutir...
ResponderEliminarUn saludo
El iceberg seria como la paciencia? que tiene limites , bueno eso vi yo , sesquesoymurara.
ResponderEliminarBesos
Me encantó.
ResponderEliminar...tiempos aquellos en que los icebergs duraban días, meses, quizás años...bss
ResponderEliminarGRACIAS A TODOS POR PASAR POR AQUI, ESTE MICRORELATO ME ENCANTO LA PRIMERA VEZ QUE LO LEI Y CADA VEZ QUE LO RELEO LE ENCUENTRO MAS SIGNIFICADOS.
ResponderEliminarBESOS A TODAS Y ABRAZOS FRATERNOS A TODOS.